Muchas familias nos preguntan si es posible o recomendable navegar con niños. Lo cierto es que después de muchos años de experiencia en realizar viajes en velero, he tenido la oportunidad de compartir navegaciones con muchas familias con niñ@s. He podido constatar que un viaje en barco es para ellos toda una aventura, aunque hay que puntualizar sobre algunas cuestiones que nos podrán ayudar a decidir.
Navegar con niños: un plan diferente en familia
En primer lugar, es evidente que quien conoce mejor que nadie a sus hijos son los propios padres. Por esta razón son ellos los únicos que podrán decidir, si por las necesidades de cada pequeñ@ un velero podrá cumplir sus expectativas.
Los más pequeños de la casa acostumbran a pasarlo en grande navegando durante viajes en los que puedan también bañarse, pasear por la playa, hacer castillos en la arena y alternar la navegación con otras actividades. Sin embargo, suelen aburrirse en travesías largas. Por lo tanto siempre recomendamos, para realizar un viaje de una semana en barco en familia con niños, embarcar directamente en Baleares. De este modo, les ahorramos una travesía desde Barcelona de bastantes horas que sabemos puede acabar con su paciencia. Como resultado, el mismo día de embarcar pueden estar disfrutando de calas maravillosas realizando actividades excitantes para ellos.
Sin embargo, hay pequeñ@s especialmente tranquilos que incluso durante muchas horas de navegación se lo pasan en grande. Navegar con niños es toda una experiencia para ell@s.
También hay que ser conscientes que habrá horas en las que ya no puedan realizarse actividades en el agua o en la playa. Para esos momentos será óptimo contar con juegos, material de dibujo o manualidades para que ellos puedan seguir disfrutando también de los momentos más relajados a bordo.
Asimismo siempre será más divertido y motivador para ellos si pueden participar y sentirse útiles realizando ciertas tareas al tiempo que aprenden. Por ello no debemos olvidar reservarles ciertas actividades en función de sus capacidades, como ayudar a subir defensas, adujar (organizar) los cabos, llevar el timón, entre tantas otras de las que pueden ser partícipes. En muchas ocasiones nos sorprendemos al ver las capacidades que, de forma espontánea, surgen de cada uno de los más pequeños a bordo. Y es que no hay que olvidar su inmensa capacidad de entender lo que les explicamos y de integrar el aprendizaje.
Además, a bordo podemos procurar buscar las fórmulas más atractivas para que cada niñ@ viva una experiencia que no olvidará. Historias de piratas, leyendas marinas, buscar delfines y pájaros, y poder identificarlos en las guías de fauna de a bordo para conocerles mejor. Identificar estrellas, hacer snorkel y descubrir el fondo marino. Remar, ver cómo se va el sol cada día, vivir un viaje de naturaleza, tener ciertas responsabilidades… ¿qué más se puede desear cuando uno es pequeño? Aunque por lo visto, parece que no son los únicos que gustan de estas actividades…
Seguridad a bordo al navegar con niños
Por supuesto a bordo dispondremos de chalecos salvavidas de tallas pequeñas en caso de tener familias con niñ@s en el barco. Sobre todo en estos viajes adaptaremos las rutas, siempre buscando las opciones más seguras.
También es importante saber que, al navegar con niños, los adultos deberán ser conscientes que siempre debemos prestar vigilancia a los pequeños. De todos modos deben aprender una serie de normas básicas para que la navegación sea segura para todos. Entre ellas está la de ser conscientes que “donde manda patrón no manda marinero”. El responsable de la embarcación tendrá siempre la última palabra sobre lo que considera oportuno y seguro en cada momento y es importante que el niño o la niña lo sepa. Normalmente no irán solos a proa en navegación si no van acompañados por un adulto. Igualmente deberán aprender, igual que los adultos, a moverse por el barco. La clásica norma de “una mano para ti y una mano para el barco” cobrará especial importancia. Es decir que cuando navegamos siempre tenemos una mano para afianzarnos en un punto seguro del barco. Jugamos, sí, pero sin olvidar que el barco se mueve y debemos prestar especial atención para no tener sorpresas.
En resumen ya veis que navegar en familia con niños y niñas es tan posible como recomendable, si seguimos una serie de precauciones y consejos.
Finalmente el hecho que los niños vivan y experimenten la naturaleza les hará amarla y respetarla, valorarla y conservarla. Puede que la mayoría de niños sueñen con ser piratas. Esta vez podrán soñar en transformarse en corsarios a la orden de la conservación para proteger aquello que, de bien pequeños, les enamoró y les dejó una huella imborrable.