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Cetáceos del Mediterráneo

A menudo se cree que en el Mediterráneo no hay ballenas ni delfines. Pero muchas veces nos visitan en nuestras travesías, y nos acompañan y alegran gran parte de nuestros viajes.

Por lo mucho que los admiramos y agradecemos sus apariciones procuramos ser respetuosos con ellos y con su medio, no arrojando nada al mar que pueda perjudicarles: chicles, colillas, plásticos, aceites usados, etc. desaparecen rápidamente de nuestra vista al lanzarlos por la borda… pero las repercusiones pueden ser catastróficas para otros.

Ayúdanos a mantener la ilusión que sentimos al ver esas simpáticas aletas acercarse a nuestra proa, esperamos compartirlo también contigo. Si quieres avistar delfines en velero ven a SON A MAR.

Reciclaje a bordo y desechos

Reciclaje a bordo

Incluso en un lugar pequeño como un barco es posible reciclar. A bordo somos muy conscientes de la importancia de separar los desechos. Así, utilizando espacios donde no podemos guardar comida, herramientas o ropa como las sentinas, organizamos cada hueco para poder separar cristal, papel y plástico, ayudándonos de paso a no acumular innumerables bolsas de basura que no sabemos dónde guardar en las largas estancias sin tocar puerto y ganando comodidad al eliminar olores a bordo.

Desechos

Antes de tirar desechos al mar conviene tener en cuenta el impacto que causan y cuanto tardan en descomponerse los distintos materiales:

  • Vidrio (se hunde): Tiempo indefinido.
  • Compresas, pañales, bidones y botellas de plástico (flotan): 450 años.
  • Latas (se hunden): 200 años.
  • Tetrabriks (se hunden): 100 años.
  • Bolsas y vasos de plástico (se hunden): 50 años.
  • Madera (flota): 13 años.
  • Papel de periódico (se hunde): 8 meses.
  • Cartones (se hunden): 2 meses.

Nuestro impacto

Si compones tu neceser con champús y geles naturales y biodegradables el mar te lo agredecerá. Queremos evitar el gran impacto de micro-plásticos y contaminación no necesaria.

La Posidonia oceánica

¿Qué es la Posidonia oceánica y por qué procuramos evitar fondear sobre ella?

Posidonia oceánica, comúnmente conocida como alga, es una planta angiosperma (no es una alga), adaptada a la vida bajo el agua. Es un elemento clave para preservar los ecosistemas del Mediterráneo, prevenir la erosión de las costas, y para el equilibrio de la presencia de CO2 en el mar y en la atmósfera.

Las principales amenazas a los ecosistemas de posidonia son las obras marítimas, la contaminación de aguas costeras, la generación de playas artificiales, el calentamiento de las aguas de mar debido al cambio climático, la retirada de hojas muertas que llegan a las playas y el anclaje de embarcaciones.

A causa de su proceso regenerativo muy lento la posidonia determina recursos/ecosistemas no renovables. En este momento, las praderas de Posidonia oceánica están desapareciendo en todo el Mar Mediterráneo.

Posidonia Oceánica

La función de la pradera, comparable a la de los bosques, es imprescindible para el equilibrio ecológico del medio marino; depura y oxigena las aguas costeras, dando aguas de gran calidad y transparencia, y alberga multitud de especies de peces e invertebrados.

Las praderas de posidonia tienen un papel fundamental en la conservación y protección de playas y dunas, zonas de gran fragilidad y valor ecológico, formando arrecifes marinos paralelos a la costa, elevándose de 1’5 a 2 metros de altura, lo cual crea un rompeolas natural que atenúa la acción del oleaje. En las playas, las hojas muertas forman barreras contra los efectos de la erosión causada por los temporales de invierno y, entre temporal y temporal estas hojas muertas quedan enterradas bajo los nuevos aportes de arena, atrapándola y asentando así la playa.

Estos ecosistemas, que ocupan aproximadamente medio millón de kilómetros cuadrados, se encuentran en regresión a escala global, con una tasa de pérdida estimada del 1-2% anual, cuatro veces superior a la tasa de pérdida de los bosques tropicales; en el Mediterráneo, esta cifra se eleva hasta alcanzar el 5%. Además, el lento crecimiento de estas plantas (2 cm/año) y su escasa producción de semillas hacen que las pérdidas sean irreversibles, ya que la recuperación de una pradera requiere varios siglos.

La importancia de la pradera de Posidonia oceánica está reconocida y se incluye en la Directiva Hábitats de la Unión Europea como hábitat prioritario protegido. Las praderas entre Ibiza (Eivissa) y Formentera en 1999 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Si quieres ampliar información te recomiendo esta web:
http://marenostrum.org/vidamarina/vegetalia/fanerogamas/posidonia/